Para ser Catequista.. ¿se nace?

Cuentan los cronistas que cuando el cardenal Giuseppe M30-pioxelchiorre Sarto recibió la noticia de que iba a ser el nuevo Papa -y nada menos que el sucesor de León XIII, el Papa de la Rerum Novarum-, Giuseppe se puso a llorar, porque se resistía a aceptar el resultado de la elección. Pero lo convencieron, y eligió el nombre de Pío X. Su pontificado duró diez años -entre 1904 y 1914- y fue reconocido por su tarea catequística, al punto que fue elegido como santo patrono de los catequistas. Su fiesta, que también es la nuestra, se celebra el 21 de agosto, Día del Catequista. Es posible que Pío jamás sospechara el destino que Dios le tenía preparado. Pero un balance de su pontificado lo muestra como una persona que fue “volviéndose” cada vez más Papa. Como le pasó a tantos catequistas, que un buen día se encontraron parados ante un grupo de catequizandos que lo escuchaban atentamente (¿habrán llorado, como el Papa Pío?). Uno no nace catequista: uno se va haciendo catequista en el contacto con Dios, con sus alumnos y consigo mismo. La construcción de la identidad del catequista es una tarea lenta y paciente. Con avances y retrocesos. Hay días en los que “estamos” muy catequistas. Y días en los que “estamos” muy poco… El domingo 21 de agosto celebramos en Pío X esta presencia del catequista. Que no es una persona que ya está hecha y terminada. Es un ser humano que, entre aciertos y errores, trata de ser más catequista que antes, de asumir el ministerio que Dios le ha propuesto, de ocupar el espacio que le ha reservado en su Iglesia.

Directorio General para la Catequesis

Este documento es el sucesor del Directorio catequístico general y ha sido revisado por la Congregación del Clero a la luz de los documentos más importantes sobre la catequesis publicados en los últimos 30 años, incluyendo las revisiones publicadas recientemente a la editio typica del Catecismo de la Iglesia Católica. El nuevo Directorio incluye una definición general de qué es la catequesis, sus metas y elementos esenciales, junto con principios para crear catecismos y directorios catequéticos nacionales. Para ser usado en conjunción con el Catecismo por los obispos, el clero y los educadores diocesanos y parroquiales. 

Dei Verbum

 

 

La Dei Verbum es uno de los 16 documentos y una de las dos constituciones dogmáticas resultado del Concilio Vaticano II, donde se expone «la doctrina genuina sobre la divina revelación y sobre su transmisión para que todo el mundo, oyendo, crea el anuncio de la salvación; creyendo, espere, y esperando, ame»

Dei Verbum fue promulgada por el Papa Pablo VI en noviembre de 1965 y aprobada por la asamblea de obispos con un voto de 2,344 a 6.